domingo, 26 de octubre de 2008

Guarros

Nuestro jefe siempre nos da la bulla, cuando salimos a la calle a fumar, para que no tiremos las colillas en la acera y cuando sale él, se dedica a mirar si alguna de las colillas que hay es de alguno de nosotros.
En algunos casos es difícil de saber, ya que la mayoría fuma marcas muy habituales, pero algunos fumamos marcas cuyas colillas son más facilmente reconocibles y si ve alguna de estas ya está con su sonsonete:
-Que me van a multar, que no las tireis ahí afuera, que las tireis en otro sitio...-

El otro día salí a echar un poco de humo y vi esto.

El taller está situado en Barcelona, pero es una zona semindustrial, así que es habitual ver coches aparcados encima de la acera, incluso en dos filas, ya que la acera es ancha.

Por lo visto algún cerdo, que había aparcado su coche allí, había vaciado su cenicero, sin preocuparse de acercarse a una papelera, ni siquiera hacerlo en el hueco de un árbol.
Me hizo pensar en las cagadas de perro.

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