martes, 22 de julio de 2008

Los blogs y la publicidad

A menudo, buscando algún truco para hacer alguna cosa, o simplemente mirando qué hay de nuevo en este mundillo, he topado con blogs que contienen publicidad y, aunque no soy partidaria de incluirla, entiendo que haya quien piense que, si su blog recibe una cantidad importante de visitas, quizás pueda sacarle partido insertándola en el blog. A lo mejor a alguien le interesa algo de lo que aparece, pincha y "drinnnnggg" ¡caja!, aunque sea poca.

Lo que no me parece tan normal es que esta publicidad se incluya en mitad de una entrada.

Me parece de muy mal gusto, y añadiría de mala educación, que estés leyendo algo y de repente, ¡zas!, en los morros, un par de anuncios.

Es como aplicar los intermedios publicitarios de las series en las entradas de un blog.

¿Acaso piensan que de esta manera es más fácil que pinches erróneamente en uno de ellos?

Otro sistema de insertar publicidad, de manera más alevosa todavía, es la que utilizan algunos sitios que nos ofrecen juguetes para el blog. Los llamados gadgets.

Entras en alguna página, eliges cualquier chisme, ya sea reloj, contador, termómetro o algo parecido y te dan un código para insertarlo en el blog.
Lo copias, lo pegas y le das a Guardar. Miras y ves aquello que has elegido colocadito en la columna lateral.
Hasta aquí todo perfecto.
Pero entras a visitar el blog y se abre una ventana, habitualmente a toda pantalla, con publicidad de algún sitio.

Piensas "¿habré pinchado en algún sitio?".
No. No has pinchado en ningún sitio.
Simplemente ese código que el dueño/administrador/creador del blog ha añadido inocentemente, llevaba incluida una trampa que hace que se abra ese anuncio.

Y como la mayoría de navegadores, antivirus, e incluso la barra de Google o el propio Windows, llevan incluido un bloqueador de pop-ups, (ventanas flotantes), el anuncio se abre a toda pantalla, con lo que, de momento, no hay quien lo bloquee.

A veces sale primero la barra de aviso de que se ha bloqueado una de esas ventanas, pero es sólo para disimular. A continuación se abre el anuncio de verdad a toda pantalla.

Y lo peor de esto es que la única forma de saber cual de las cosas que se han añadido es la culpable, no es otra que ir probando, a veces con la ayuda de alguien ajeno al blog, pues solo se abre si quien entra lo hace desde un ordenador diferente al de quien posee/gestiona/edita el blog en cuestión, cual de ellas es la causante.

Ya lo dice el refrán: El diablo inventó la mentira. El hombre la publicidad.

miércoles, 16 de julio de 2008

¡Es que somos unos insolidarios! ¿verdad?

Hace tiempo, tanto que ya ni recuerdo cuanto, recibí un correo de un amigo andaluz, que evidentemente lo había mandado a "to dios".
El susodicho acostumbraba a reenviar todo lo que recibía, aunque como tenía la sana costumbre de no poner todas las direcciones "a saco", en lugar de enviar sus correos directamente a la basura, solía abrirlos.

El mencionado mail era una diatriba contra los catalanes basándose en nuestra "insolidaridad" con las demás regiones.

Argumentaban el hecho diciendo que nuestro estatuto contemplaba que los catalanes nos quedásemos todos los impuestos que recaudábamos, y no solo éso, sinó que además, el IVA de cualquier producto catalán vendido en el resto de España, venía a parar a nuestras arcas. Por este motivo se hacía un llamamiento al boicot a todo producto catalán que hubiese en las tiendas y apoyaban esta campaña mostrando los productos que sí que debían comprarse y los que no.

La persona que había creado el panfleto, pues aquello no tenía otro calificativo, demostraba su desconocimiento del tema aconsejando que se comprara Estrella, pero no Xibeca, consejo totalmente absurdo si se tiene en cuenta que ambas son cervezas de la casa Damm, cuyas fábricas están en Cataluña, una de ellas junto al aeropuerto del Prat, para más señas, justo enfrente de la fábrica de chiclets Adams.

Como la persona que me había enviado el mail me caía muy bien, tuve la paciencia de buscar los acuerdos económicos de los estatutos de diversas autonomías, entre ellas la andaluza, para demostrarle que en todos ellos había claúsulas que permitían a los diferentes gobiernos autonómicos, quedarse con una parte de los impuestos que se recaudaban en cada comunidad.
También le demostré lo absurdo del resto del panfleto, argumentándole cada punto que había semejante al ejemplo de la cerveza.

Al dia siguiente recibí un nuevo correo de su parte en el que explicaba que una amiga catalana le había corregido el anterior. (¡Ay, señor, señor!, como decía Pajares).

Ayer se dieron a conocer las balanzas fiscales y en ellas queda bastante claro que Cataluña es la 2ª comunidad que más aporta y menos recibe en compensación, solo superada por Baleares.

También se demuestra, y eso apenas se ha mencionado, que Ceuta y Melilla son las que más reciben y las que menos aportan, seguidas de otras autonomías, entre ellas Andalucía.

¿Que van a decir ahora los que nos tachaban de insolidarios?

domingo, 13 de julio de 2008

Mesenger, los blogs y el tiempo

Cuando me instalaron la línea para acceder a internet, una de las primeras cosas que hice fue poner en marcha el mesenger y cada día, en cuanto encendía el ordenador, el primer programa que activaba era ése.

Cuando abrí el primer blog, lo primero que hacía, una vez abierto mesenger, era entrar a ver si alguien me había dejado algún comentario, (todavía no funcionaba el sistema de envío de avisos) y luego me pasaba horas buscando la manera de personalizar el blog, aprendiendo a usar los trucos que veía y aplicándolos en mi space.

Hoy llevo en el ordenador bastantes horas y hasta ahora no me he acordado de poner en marcha el mesenger.

Últimamente me suele suceder. Enciendo el pc y lo primero que me sale es gmail, de forma automática. Entro a ver el correo, respondo a las consultas que me han dejado, elimino correos indeseados y respondo a los comentarios que habeis dejado en mis blogs.

Eso hace que tenga que entrar en mis blogs de aquí y ya en ellos me doy una vuelta por los que tengo enlazados, miro si hay algún nuevo truco que probar, o me pongo a modificar alguna plantilla, ya sea por que alguien me ha pedido algo concreto, ya sea por ver si logro alguna cosa diferente.

Y así pasan las horas sin acordarme de mesenger para nada.

Solo cuando miro el reloj que tengo con la hora de Puerto Rico, y veo que cabe la posibilidad de que mi pequeña esté conectada, me acuerdo de él.

A veces me sale alguna ventana en la que alguien me pregunta si estoy conectada, pero a menudo la persona que lo preguntaba ya no está en línea, pues ha enviado su mensaje bastante tiempo antes.

Afortunadamente, no es el único sistema de contacto con mis hijas, y se que si tuvieran algo urgente que comunicarme, me llamarían por teléfono.

¡Os quiero, pitufas!

miércoles, 9 de julio de 2008

Incongruencias

He visto hoy en La vanguardia un artículo que hablaba de la cantidad de comida que tiramos a la basura y eso me ha hecho pensar en Marga.

Marga es una amiga que trabaja en la cocina de una residencia de estudiantes, hijos de padres que pueden permitirse pagar 1200 euros al mes para que los "niños" puedan estudiar en Barcelona.

Como es de suponer, por este precio, todo el material que se utiliza para realizar los diferentes platos de los menús diarios es de primerísima calidad.
Y también que se realizan más raciones de las precisas, pues siempre cabe la posibilidad de que a todos les de por tomar una misma cosa, con lo que el equipo de cocineros ha de preveer que de cada plato que compone el menú, haya suficiente para hacer frente a esta eventualidad.

Por supuesto, por este precio, los platos que no se consumen a lo largo del dia, no pueden figurar en el menú del día siguiente, con lo que al finalizar la jornada, el equipo de cocina tira literalmente a la basura todo aquello que no se haya consumido, excepto lo que ellos mismos aprovechan para sus hogares.
Pese a eso, sigue sobrando gran cantidad de comida en perfectas condiciones y de primerísima calidad.

Un día, Marga, apenada al ver que se desperdiciaba toda aquella comida, le preguntó a su jefe porqué no se ponian de acuerdo con alguna asociación caritativa, de esas que gestionan comedores sociales.

La respuesta de su jefe fue que si algún día alguna de esas asociaciones deja que la comida se eche a perder, pero la sirve y le sienta mal a quien la consuma, la responsabilidad es de quien ha entregado la comida, con los problemas que tal cosa le acarrearía. Y que ante esta posibilidad, prefería tirarla a la basura.

domingo, 6 de julio de 2008

Coincidencias desafortunadas

Por regla general, cuando hago una entrada no me pongo frente a la pantalla y pienso: "A ver, ¿de que voy a escribir?" sinó que la tengo en el coco desde hace rato, horas a veces, o incluso días y la he ido perfilando mentalmente, o de repente se me ocurre una idea y la transcribo.
En cuanto empiezo a escribir las palabras salen solas y con ellas el título que tendrá la entrada.

Hace unos días, mientras volvía a casa desde el trabajo, conduciendo mi coche, se me ocurrió la que hay dos entradas más atrás de ésta.
La fui pergeñando mientras conducía cruzando Barcelona y se me ocurrió el título casi como un chispazo.

También hacía días que le estaba dando vueltas a la entrada anterior a ésta, la que forma parte de la campaña para prevenir el tema de la anorexia y la bulimia.
Desde que vi la entrada de Marce pidiendo que nos uniéramos a ella.
He tardado bastante en hacerla, ya que, aunque tenía claro lo que iba a poner, no acababa de verla bien y no se me ocurría un título que cumpliera los requisitos para ello.
La otra noche al fin lo encontré.
Me puse a escribirla, fui mirando otras entradas, para no repetir un título ya usado y empecé por poner Princesa Ana y Princesa Mía.
Pero no era lo suficientemente larga ni englobaba tantas palabras como eran recomendables para que surtiera efecto.
Por que tenía atascada la palabra vomitar.
Sobre todo por que éso es algo que me da mucha grima. No soporto vomitar.
El olor del vómito me provoca náuseas y solo de pensarlo ya me entran todos los males.
Y si soy yo la que, por un motivo u otro, se ha visto obligada a hacerlo, no soporto el regusto agrio que queda en la boca, por mucho que te laves los dientes o que hagas gárgaras de lo que sea.

Pero mientras escribía la entrada se me encendió la bombillita y el título salió como está, casi como un poema.

Anoche estuve remodelando este blog.
Si eres asidu@ habrás notado los cambios. La cabecera, el fondo, los iconos...

Una de las reformas que le he hecho ha sido la de poner iconos junto a las etiquetas y junto a los títulos del archivo.

Y al hacer este cambio me di cuenta de la desafortunada coincidencia de los dos títulos de las dos últimas entradas, pues leidos seguidos dicen:
¿Quieres ser la princesa Ana de porcelana o la princesita Mía que cuanto come vomita?
La respuesta es SI.

¡Tierra trágame!


Afortunadamente esta nueva entrada, al haber cambiado de mes, ha hecho desaparecer de la vista, en la lista Archivo, los dos títulos.