Me preguntaba anteanoche Mª Mercé, si estoy malita, ya que hace muchos días que no escribo aquí.
La respuesta es No. No estoy enferma, solo desanimada, harta de ver como va el mundo, cansada de que se nos toreen dia si dia también, intentando decidir si espero a que el mundo se pare para apearme o si me bajo sin esperar a que lo haga.
Si empezamos mirando lo que hay "en casa" es para cagarse.
Tenemos un gobierno formado por tres partidos y se da la paradoja que las leyes que nos afectan de forma más directa a los ciudadanos, las dicta el partido al que menos ciudadanos dió su voto, y sus integrantes se dedican a imaginar en que forma nos pueden putear mejor.
¡Demencial!
Si miramos lo que hay en el país, entendiendo por tal al conjunto de la nación, tenemos un mandamás capaz de decir perogrulladas del estilo: "Los jueces son jueces" y que se dedica a escaquearse de todo, a no comprometerse con nadie y a olvidar e incumplir cuantas promesas hace.
¿Quien da más?
Si miramos allende nuestras fronteras, ¡bueno!, todos sabemos lo que está pasando ¿no?.
Así que en la disyuntiva de si tirarme al tren o al maquinista, voy a hacer caso de lo que propugnan los autobuses "ateos" y visto que parece ser que Dios no existe, (y si existiera se le tendría que caer la cara de vergüenza), prefiero pasar de toda esta camarilla de filibusteros y dedicarme a publicar tutoriales y a ayudar a los demás a tunear sus blogs y sus facebooks.
¡Ah! y a cuidar a mis dos mascotas virtuales, que al menos ellas me dan alegrías.
P.S. Eso no significa que no vaya a escribir más aquí. Amenazo con volver cuando esté inspirada.
Mientras ya sabeis donde más podeis ver lo que escribo.