miércoles, 22 de julio de 2009

¡Soy famosa!

Me apetece contaros una cosa que me sucedió el otro día.
Quizá penseis que es una tontería, pero me sorprendió mucho.

Ya sabeis que, aparte de los blogs, uso mucho internet para otras cosas: facebook, twitter, etc.

En los blogs escribo cuando estoy inspirada.
En éste, por ejemplo, ahora casi no hago nada porqué ya me he aburrido de clamar en el desierto. Es el simple derecho al pataleo lo que me lleva a decir lo que pienso del mundo, pero no sirve de nada.
Si a eso añadimos que desde que estoy en el paro apenas escucho las noticias, razón de más para no escribir aquí.
En los de ayuda solo escribo cuando encuentro algo interesante que explicar y me siento con ganas de hacerlo.

Twitter aún no he entendido muy bien para que sirve, salvo para tener un sitio más donde se vea si acabo de actualizar un blog. Quizá algún día aprenda más.

Facebook tiene, aparte de actualizaciones de amigos, muchos juegos y el que más me gusta es pet Society, el juego de las mascotas.

Así que paso bastantes horas en facebook, jugando con la mía.
Este juego satisface varias de mis aficiones.
Por un lado tengo a quien mimar, aunque sea virtual; por otro lado puedo decorarle la casita; por otro está el foro, donde hacer negocios, comprar, vender, regatear... divertirme, en suma.

El problema es que a menudo no se puede acceder al juego, con lo que me quitan la diversión.

El hecho de decorar la casita de mi mascota, y poder fotografiar las salas, me ha llevado a crear un grupo para que todo el que quiera pueda mostrar las suyas y comentarlas.

Pues, ¡bien!, el otro dia estaba hablando con una amiga a través de mensajes en las fotos y me dijo que le gustaba como decoraba las salas de mi mascota.
Le contesté que esto de decorar es algo que me gusta mucho y que, antes del pet, ya decoraba las salas de habbo. Incluso añadí un álbum a facebook para que las viera.

Como coincidió con una de estas ocasiones en las que no podemos acceder al juego, lo de las fotos de habbo me dio una idea: Cuando no podamos entrar al juego, podríamos encontrarnos allí, en habbo, y charlar. Después de todo muchas nos hemos amigas a través de las mascotas.

Así que aquella misma tarde volví a habbo, después de casi un año sin entrar.

Me sorprendió ver que en una de mis salas, habitualmente abandonadas y vacías, había gente, así que fui a ver.

Dicha sala es un parque. Hay bancos, árboles y una especie de noria en el centro.

Pues bien: ¡Estaba llena de crios jugando!
Me alegró verlo, ya que esta era la idea, que los niños tuvieran donde jugar.

Cuando alguien entra en una sala, los demás pueden saber quien es pinchando en el avatar y eso debieron hacer todos pues a los pocos segundos me vi rodeada de esos crios que me pedian que fuera su amiga y que me preguntaban: ¿Tu eres la famosa Eulalia, la dueña del parque?.

"Bueno, - les dije,- no se si soy famosa, pero si, soy la dueña del parque."

Me confirmaron que si, que soy muy famosa en habbo por haber creado aquel parque tan chulo, que se lo pasaban muy bien jugando allí y que todos estaban deseando que entrara para conocerme y ser mis amigos.

Me emocionó. No me esperaba una cosa así.

Desde que dejé de entrar a diario, había entrado a veces a ver si veía a alguna amiga, pero al no encontrar a nadie me había limitado a echar una ojeada por las salas vacías y salir, hasta que finalmente ya ni para eso entraba.

La mitad de mis amigos se habian ido para siempre y los otros, o habían vaciado sus consolas de amigos, o simplemente me habían borrado, con lo que apenas si me quedaba una docena de los mas de 80 que había tenido, casi todos adultos, de mas de 30 años, con sus familias, sus problemas y sus historias.

Ahora vuelve a estar llena de nombres, algunos impronunciables, pero todos de chiquillos que estaban deseando conocerme y a la mayoría de los cuales les cuesta aceptar que tengo la edad que tengo, pero que, pese a todo, desean ser mis amigos.