lunes, 11 de diciembre de 2006

Que no me vendan la moto

La noticia del dia, hoy, ha sido la muerte de Pinochet, a los 91 años.

Tras haber dado un golpe de estado en su país, Chile, acabando con la democracia, y haber asesinado, o mandando asesinar, a todos los que no pensaban como él; burlado a la justicia siempre que le ha dado la gana, o sea siempre; y ser responsable de la desaparición de incontables chilenos, por fin, la ha palmado.

Y eso me lleva a una reflexión: Dios no existe.

Y si existe, debería caérsele la cara de vergüenza por permitir que mueran niños de leucemia y consentir que mal nacidos de este calibre se mueran de viejos.

Y que no me vendan la moto con eso de "Los caminos de Dios son infinitos" o cualquier eslogan parecido, porque una ya tiene espolones, no se chupa el dedo, y no comulga con ruedas de molino ni me la dan con queso, ni...
(que a frases hechas no me ganan).

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