Una joven de Vic cuenta cuentos en su idioma a 75 niños de la escuela Ágora una vez a la semana
• La pedagoga puso en marcha la iniciativa para combatir "tópicos" y el centro aceptó encantado.
• La pedagoga puso en marcha la iniciativa para combatir "tópicos" y el centro aceptó encantado.
Lo que demuestra que los políticos que buscan la confrontación entre comunidades por el tema del idioma, están muy, pero que muy, equivocados, porqué como dice el artículo:
Explica Paloma Arribas, jefa de estudios de infantil del colegio Ágora, que cuando recibieron la propuesta de Carrera la escuela se mostró "encantada", más por las narraciones que por la lengua en la que fueran narradas. "Aquí somos muy cuentistas", dice. Hace unas semanas hubo una reunión con padres de alumnos y Arribas les contó en qué consistían las clases de Carrera. Al escuchar que los cuentos eran en catalán nadie puso ni un reparo."Es una actividad que se sale de lo normal. Sirve para que los pequeños sepan que existen otros idiomas y a nosotros nos da igual que sea en catalán, en gallego o en zulú", señala el secretario del AMPA de esta escuela, Ignacio Regaño.
Puedes leerlo entero pinchando en este enlace.
Ahondando en el tema, Martí Perarnau comenta:
Hay otro Madrid distinto del crispado y agrio que dibuja la derecha extrema mediática. Culto, laico e ilustrado. Donde el catalán, el inglés y el zulú se catalogan como riqueza, en vez de como capricho político. Hay un Madrid oculto por el ruido y la furia, pero en el que millones de madrileños de acogida convivimos sin acritud, más allá de los avatares diarios por ganarnos la vida. La principal ocupación de los crispadores coperos es intentar evitar que ese Madrid dialogante, abierto e integrador vea la luz.
Y añade esta anécdota:
Hace cinco años, en una calle paralela a la del colegio Ágora, a 200 metros, mi hijo y sus compañeros de clase dedicaron el trabajo final de curso a Antoni Gaudí. En la obra brotaron textos en catalán y hasta la declaración íntegra de Francesc Macià proclamando la república catalana. En ese teatro escolar, dos centenares de padres aplaudieron a rabiar la obra interpretada por sus hijos. Varios elogiaron que se leyeran textos en catalán.
Porqué como, muy sabiamente, dice:
Hay otro Madrid, pero demasiado interés en ocultarlo.
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