viernes, 17 de agosto de 2007

N'hi ha per llogar-hi cadires, o las incongruencias de la justicia.

He oido o leido, a menudo, noticias sobre sentencias judiciales que me hacen pensar en qué habrían fumado, o cuantas rayas llevarían, los jueces que las han emitido, pues, si no, no se entiende que sus conocimientos y/o su status de Persona, se lo hubiesen permitido.
Pero la que acabo de leer pasa de castaño oscuro, o como decimos en mi tierra: "N'hi ha per llogar-hi cadires".
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Esta es la noticia:
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¿Está bien de la azotea este juez? ... me pregunto conforme voy leyendo.
Ha de ir a recogerla a Córdoba, a casa de sus suegros. Y ha de ir ella porqué según una sentencia anterior:
El juez dicta en la sentencia que, a pesar de tener la custodia la madre, el padre puede ver a su hija durante los periodos vacacionales anuales y que debido a la precaria situación económica del padre, debe ser la madre la encargada de recoger a la menor. (El periódico)
Y la manda tan alegremente a enfrentarse al tio que, según cuenta la mujer:
"él tenía una orden de alejamiento y se la saltó". "La última vez vino a buscarme con una pistola para quitarme de en medio". (El periódico)
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Hay en este país, en este mundo, detentando algún tipo de poder, demasiadas personas que deberían pasar un buen test psicotécnico antes de permitírseles ejercer.

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