domingo, 10 de febrero de 2008

Un conductor peligroso

Ayer por la mañana, cuando me dirigía al trabajo, una furgoneta pequeña, tipo c15, se colocó delante mío. A los pocos metros del recorrido dió la impresión de que iba a cambiar de carril y situarse en el de nuestra derecha sin poner el intermitente para avisar de su intención, cosa bastante usual, pero creí que se lo había pensado mejor cuando le vi regresar al carril que ocupábamos.
Me extrañó, pues tenía espacio suficiente para hacerlo, pero no le dí mayor importancia. A menudo veo cosas tan extrañas mientras conduzco, que una más no era preocupante.
Mi preocupación empezó cuando, unos metros más adelante volvió a intentarlo, pero hacia su izquierda. Lo preocupante, en este caso, era que el carril de nuestra izquierda es de sentido contrario e iba muy lleno.
Estábamos circulando por la Gran Via, dirección norte, entre Plaza Cerdá y Plaza España, (para que os situeis los que conoceis Barcelona).
Para los que no la conozcais diré que la Gran Via cruza barcelona de norte a Sur y que en este tramo, esta via tiene 6 carriles, 3 en cada sentido y que, como he dicho, circulábamos por el que queda más a la izquierda en dirección norte.
Que a aquellas horas, siete de la mañana, suelen ir todos muy llenos y que si ya es peligroso hacer un cambio de carril sin avisarlo previamente con el intermitente, todavía lo era más la manera de circular de aquel conductor.
Le llevé cerca a lo largo de toda la Gran Vía y no paró de hacer el burro en todo el trayecto.
¿Iba borracho o carecía de carnet y de experiencia? Lo ignoro.
Esto de irte hacia un lado u otro es típico de quien empieza a conducir sin haber cogido nunca un volante, pero unas desviaciones tan pronunciadas, (a veces metía medio coche en el otro carril), ni los muy novatos lo hacen.
No se como acabó la historia de ese conductor. le perdí de vista, afortunadamente, cuando me desvié de la Gran Vía para incorporarme al cinturon del litoral, pero el siguió dirección norte y a esta altura de la via, ésta se convierte en una autopista.
Solo espero que no hiciera daño a nadie con su manera de conducir.

2 comentarios:

m.eugènia creus-piqué dijo...

Opino Eulalia,que conduir es cada cop jugar-se la vida i que imbécils com aquet que no en tenen ni idea de portar un cotxe deurien quedar-se a casa.

petonets.

Eulalia dijo...

Ja ho pots ben dir, Geni, ja. Diuen de les dones que conduim, però et puc assegurar que els homes que condueixen malament son molt pitjors.
Una abraçada.