Hoy, leyendo El Periódico, he coincidido con Marco Schwarz en que es más que evidente que Acebes sufre del síndrome de Pinocho.
De lo contrario no se entiende que pese a cosas como estas:
Ya desde su primera comparecencia de prensa, a las 13.30 horas del día 11, Acebes activó la política de la confusión, al atribuir "sin duda alguna" los atentados a ETA y tachar de "intoxicación miserable" cualquier versión en otro sentido.Aunque es cierto que se barajó la hipótesis etarra --reforzada por la información errónea de que el explosivo era titadyne--, algunas piezas ya no encajaban. Como recordó el miércoles pasado el exsubdirector operativo de la policía Pedro Díaz-Pintado, ETA "no tenía infraestructura suficiente" para montar un atentado semejante y los atentados se habían perpetrado sin aviso previo, contra los hábitos de la banda.Los hechos se desencadenan de prisa: se descarta el titadyne, aparece una furgoneta con una cinta de versos coránicos, se desactiva un bomba con mecanismo propio del terrorismo yihadista --"era algo absolutamente diferente de lo que conocíamos", narró el tedax que la desactivó--, ETA niega su autoría, se multiplican las reivindicaciones islamistas... Y no surge un solo indicio sobre ETA, según todos los policías que han testificado.Hasta el final. Pese a todo, Acebes intentó alargar la estrategia. La noche del 13, comunicó la detención de tres marroquís, pero añadió que "no se renuncia a otras vías de investigación, ni conexiones".
Ahora diga esto:
Sorprendentemente, Ángel Acebes sostuvo ayer en Antena 3 que dijo la verdad a los españoles cuando era ministro del Interior.
¿Hasta cuando vamos a tener que soportarlo?
¿Cuando se les va a pedir responsabilidades a esta gentuza?
¿Para que está la justicia?
¿Y el tribunal de La Haya?
Porque ahí es donde deberían explicar el porqué de todas estas falacias.
Y donde se debería dirimir su responsabilidad en los atentados.
Y esto no es todo, si no mira esto:
La Iglesia católica también debe revisar sus comportamientos. Es titular de una emisora que ha utilizado la mentira como herramienta de trabajo. El obispo de Huesca y Jaca, Jesús Sanz, sigue siendo pastor de hombres tras haber dicho hace unas semanas, en alusión al Gobierno socialista: "(...) pondrán más obstáculos para saber la verdad de la maraña confusa y confundida de otra matanza, el 11-M, cuya sospecha les mira". ¿Pretenderán el presidente de la Conferencia Episcopal española y el nuncio de su Santidad que los españoles pueden seguir escuchando las mismas voces en la COPE y en algunos obispados tras hacerse insoportablemente evidente lo que ha pasado durante todos estos años con el atentado de Atocha?
He dejado una pequeña muestra de cuanto he leido hoy, (aunque pinchando en los enlaces podrás ver las noticias enteras), para describir como me siento.
Imagino que entenderás que me hierva la sangre hasta el punto de lamentar que no fuera toda esta tropa los ocupantes de aquellos trenes y no inocentes ciudadanos que, a buen seguro, estaban en contra de aquella guerra injusta y de la implicación de este país en ella.
Y demos gracias a quien haga falta, por que el juez que instruye la causa del 11M no pertenezca a este grupo de ..... (pon el adjetivo que prefieras, yo no encuentro el adecuado para expresar todo el asco que me producen) y esté por la labor de descubrir la verdad y juzgar a los verdaderos culpables, sin dejarse seducir por cantos de sirenas.
Sr. Gómez Bermúdez, tiene Vd. todo mi respeto y admiración. ¡Bravo!.
2 comentarios:
que quieres k te diga eulalia....ami este tema me indigna tanto como ati....
algun dia dejaran de tratarnos como gilip.......?
un beso nena....
Mejor tomarse ya estas cosas como cachondeo, porque el circo que han montado, la pataleta con la que siguen por haber perdido el poder, y todo el montaje de crispación que han montado después, para poner una cortina de humo a otros asuntos (éstos, por ejemplo, que quedasen en evidencia tantas mentiras), en fin, como bien dice en el anterior comentario fire, estos señores se deben de creer que somos gilipollas (yo he terminado la palabra, jejeje).Cosas verás...Un besazo guapa.
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