jueves, 6 de diciembre de 2007

El pes de la palla

Nací y crecí a escasos 50 metros de la plaça del Pes de la palla, (Plaza del peso de la paja), la que da título a una de las novelas de Terenci Moix.
Esta plaza está situada en el barri del Raval, uno de los más antiguos de la ciudad.
En una de sus plazas, la del Pedró, cuentan que fue ejecutada, en tiempos de los romanos, mi patrona y co-patrona de la ciudad, Santa Eulalia, y aunque actualmente yo no sea muy amiga de la iglesia, eso no implica que no sienta un cierto cariño hacia esa pobre chica que murió por defender, dicen, sus creencias y cuyo nombre llevo.
En el sitio donde fue crucificada se levanta una fuente con su figura arriba del todo.
El Raval ha sufrido muchos cambios en los últimos años.
La presencia en él del MACBA y de una de las facultades de la universidad, han hecho de él un barrio que, cada vez más, se inclina hacia la modernidad.
Es un barrio poblado de inmigrantes de diversas etnias que conviven de manera bastante pacífica.
Cuando yo vivia en él, todavía no había nada de todo esto.
Era un barrio donde la gente se conocía.
Salir a comprar con mi madre significaba tardar en volver a casa diez veces más que si iba sola, pues se detenía a conversar con cada vecina con la que se cruzaba, no en vano sus abuelos (y posiblemente sus bisabuelos) ya vivían en el barrio.
Había, en el barrio, tiendas de todo tipo: colmados, mercerías, lecherías, droguerías, hornos, etc. donde la gente hacía sus compras cotidianas, a menudo a crédito.
La palabra "Apúntamelo" era de uso común, allá por los años cincuenta.
Los domingos, la gente que no disponía de un horno en su casa, solía bajar al horno del pan a que le cocieran sus guisos, pues, aunque no era día de venta de pan, se vendían pastas recién hechas y mantenían el horno encendido hasta el mediodía a fin de que la gente pudiera bajar, con sus cazuelas de barro, a terminar la cocción del plato especial de los domingos.
Por Pascua salían "Les caramelles" y cuando volvían, por la segunda pascua, había fiesta mayor.
Habituales eran también las procesiones típicas de la época.
Y los vecinos bajaban sus sillas a la calle, a fin de verlas pasar cómodamente sentados.
La noche de San Juan se hacía la típica hoguera.
Los niños recorrían el barrio unos dias antes, recogiendo muebles viejos y toda la madera que pudiesen y, pese a lo estrechas de las calles, esa noche la apilaban y encendían y todos reíamos mientras comíamos "coca de llardons".
En navidad no se iluminaban las calles, pero la alegría de las fechas era palpable en el ambiente.
Recuerdo especialmente la navidad del año de "la gran nevada". Creo que fue en el 62.
Fue alucinante bajar a la calle y ver la nieve. (Ten en cuenta que, entonces, solo la gente adinerada podía permitirse ir a esquíar, con lo que ver nieve era punto menos que imposible para la mayoría de habitantes de aquel barrio).
La alegría de verla se trocó en pesar cuando las personas mayores empezaron a resbalar y caerse, en el hielo, rompiéndose brazos y piernas a mansalva.
La ventaja del hielo fue que no necesitábamos ir a comprarlo para la nevera. Bastaba con romper un trozo grande de los terrados. La desventaja fue que, al ser las calles tan estrechas, los quitanieves no pudieron entrar a quitarlo, con lo que tampoco los camiones de reparto tenían acceso al barrio.
Lo primero que se agotó fue el butano.
Se utilizaban bombonas pequeñas para las cocinas y al agotarse acabamos cocinando cor carbón, pues el carbonero fue el único que no agotó su mercancía enseguida.
¡Como ha cambiado la vida en medio siglo!
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¡Ah! Aunque tanto Terenci como Maruja Torres nacieron en el mismo barrio y somos casi coetáneos, no llegué a conocerles.

2 comentarios:

Gux dijo...

Que linda historia. Es cierto, como ha cambiado el mundo en medio siglo segun nos cuentas. Pero es muy facil de ver que el mundo da vueltas mas rapido de lo que se puediera calcular. Y aun asi, pese a que es facil de ver, es dificil de darnos cuenta de aquello.
Hay veces que uno no sabe qué pensar. Si el mundo va para bien, o para mal. Pero tambien es cierto que no todo es blanco ni todo es negro. Osea, nunca es un extremo.
Me imagino la emocion que debio traerte cuando te pusiste a escribir sobre esos hermosos recuerdos que tenes con tu familia, desde pequeña. Y es que los recuerdos, los que se acompañan de sentimientos y sensaciones, son de las cosas mas hermosas que podemos conservar en la vida, mas alla de que un instante nunca regresará.
Te dejo un gran saludo. Ya te tengo a mano en mis links, por lo que te paso con Space. Quien sabe qué ocurrirá...

PD: y todo esto que te ocurrio con el Live Space, y toda la gente quejandose a tu favor, mas las quejas ya existentes... me hacen dudar si realmente quiero que mi blog este en Live Spaes.. =S

CHAUSS.. =)

Anonymous dijo...

Buenos días Eulalia soy Alexis, lamento todo cuanto esta ocurriendo, lamento haber comentado en el blog de Ascen en un termino coloquial y sin darle la importancia que el tema requeria, me perdonas que no opine sobre las entradas de este tu blog el visitare con mas calma, solo comentarte que el mensaje de Server demasiado ocupado, y que no deja entrar en tu Space, no es el cierre "aún" ese mensaje se esta dando en muchos otros Spaces, un abrazo y te sigo...Alexis