Pero quizá no sepas a que viene esta frase, así que, como el otro día en la radio lo explicaron voy a contártelo.
Resulta que antiguamente, cuando un hombre quería iniciar relaciones con una mujer se lo decía al padre de ésta. El padre lo hablaba con la madre y decidían invitar al posible pretendiente a comer para que la hija le conociera y supiera que estaba interesado en ella.
Durante la comida, si el posible pretendiente no era del agrado de la muchacha, ésta le hacía una seña predeterminada a su madre, la cual, en el siguiente plato, servía algo en lo que hubiera calabaza.
Esto indicaba al hombre que no era del agrado de la muchacha, de manera discreta.
Y de aquí viene eso de dar calabazas.
1 comentario:
ésto habrá pasado aquí...no me han contado ni mis abuelas ni mi mamá...tampoco mis tías. Menos mal que ahora cada uno elige con quién quiere estar y listo.
Mira mi vida, tengo 2 hijas 18 y 20...cuando ya comienzo a querer al novio...se pelean y viene otro jajaja. Cuando éramos adolescentes jamás hubiésemos llevado varios novios a casa...No se a vos pero prefiero que así se crien...besitos!!!
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