sábado, 23 de febrero de 2008

Requiem por un amigo

Diego Lizardi ha muerto.
Ya se que os preguntareis quien es y a qué viene esta entrada y no me extrañará que sea un desconocido para los habitantes de este país donde la noticia más importante es si Raul seguirá en la selección cuando vaya en silla de ruedas.
Nuestros medios no publicarán esta noticia, sin embargo si le buscas en google hay más de 35.000 entradas que hablan de él. Incluso el Herald Tribune se hace eco de ella.
Diego era un héroe para su país. Hasta tal punto que su entierro tendrá honores, casi, de jefe de estado.
Era tan conocido en su país, que cuando fui de vacaciones a pasar unos días con mi hija, en la aduana, al preguntarme donde iba a hospedarme y responder que en casa de mi hija, el aduanero me pregunto si mi hija vivía allí. Le dije que si, que estaba casada con un gimnasta del país y el muchacho me preguntó si era Diego.
Diego era un gimnasta portorriqueño y era, además, el jefe de mi hija y un hermano para su marido.
Pero era más que su jefe, era su amigo. La persona a quien recurrir cuando necesitas a alguien y estas al otro lado del mundo, lejos de tu familia.

Diego era demasiado joven para morir. Tenía solo 32 años.
Pero la carretera no entiende de edades y se lo ha llevado.
Y cuando mi hija me lo ha contado, añadiendo que ella solía hacer este viaje con él, pero que este miércoles no había podido acompañarle, tan solo he sido capaz de dar gracias a Dios por ello.
Por eso hago esta entrada.
Desde aquí, desde el otro lado del mundo, quiero hacerles llegar a sus familiares y amigos mi pésame.
Descanse en paz.

4 comentarios:

RGAlmazán dijo...

Sin palabras.

Petons

Martine dijo...

Antes de comentar tu Entrada, te quiero felicitar por tu Blog es una pequeña maravilla, y me tendrás a menudo merodeando por aquí, no te quepa la menor duda!

Luego viene la noticia, la terrible noticia que día a día nos trae la carretera, perdí a mi madre en ella, había hecho 500 kilometros desde Francia para verme, le faltaban 60...no llegó

Un petonet Eulalia, ben fort!

Eulalia dijo...

Gracias Rafa.
Selma, bienvenida. Lamento lo de tu madre y agradezco tu visita y tus palabras.
Un abrazo a ambos.

Mercè Salomó dijo...

Reposi en pau.
I també dono gràcies a Déu de que la teva filla no hi anés en el cotxe.

Un petó, Eulàlia.