Como decía en el capítulo anterior tras casi 40 años aguantando el expolio de los distintos gobiernos centrales, y aprovechando que el presidente de España, Zapatero, y el de Catalunya, Maragall, eran del mismo partido, se planteó reformar el estatuto de autonomía para adecuarlo a las necesidades reales de la comunidad.
En un miting de final de campaña, Zapatero prometió a Maragall que aprobaría el estatuto que los catalanes refrendáramos. (Hay vídeos a mansalva del famoso: "Pascual: Aprobaré...")
Se reescribió el estatuto, se sometió a referéndum popular, fue aprobado mayoritariamente y enviado al congreso español para su aprobación definitiva, pero...
... lo que nos fue devuelto, después de pasar por el congreso, el senado y el tribunal constitucional, fueron solo las tapas, por decirlo de forma gráfica, ya que se habían "cepillado" (Guerra dixit) casi todo lo que pedíamos en él.
El Partido Popular, encabezado por Rajoy y un par de catalanes de nombre, que no de alma, estuvieron recogiendo firmas con el lema no oficial: Vota contra los catalanes
y así se dió la circunstancia de que entre todos rechazaron normas y privilegios que si se habían concedido a otras comunidades.
Esto, como es lógico, despertó a los que, hasta aquel momento, seguíamos con la cabeza baja aguantando desmanes, indiferencias e insultos y empezaron las manifestaciones masivas exigiendo a nuestro gobierno, a la Generalitat, que diera el paso definitivo hacia la ruptura para retomar nuestra perdida independencia.
Año tras año, se fueron repitiendo las manifestaciones hasta que nos hicieron caso y se pusieron en marcha.
Hemos topado con muchos obstáculos.
El PP ha tumbado leyes aprobadas por la Generalitat que, sin embargo, permitía a otras comunidades.
Así ha ido tejiendo un entramado de despropósitos que día a día han ido ayudando a convencer a muchos de que mejor solos que mal acompañados.
Hay muchas razones para desear desprendernos del yugo que representa el estado español. Aquí podeis ver un centenar de razones.
No odiamos a los españoles, como quieren hacer creer los que son afines al Partido Podrido.
Todos tenemos amigos e incluso familiares, en otras ciudades del estado.
Tampoco odiamos a España.
Es un país precioso, con una historia y una cultura dignas de admiración.
Personalmente he viajado por la mayor parte del territorio y me he sentido a gusto en Sevilla, o en Ávila, o en Galicia o en el País Vasco y he admirado sus edificios históricos y he hablado con su gente, y he comido en sus restaurantes sin ningún problema.
Pero estoy harta de ver que una parte de los ciudadanos sigue dando el poder a quien está vendiendo el país a los grandes capitales.
Harta de ver que solo saben llenarse los bolsillos a nuestra costa.
Harta de leer el odio que destilan hacia nosotros sus adeptos. Odio que ellos alimentan desde sus medios de comunicación.
Harta de escuchar o leer: Mira tu DNI. Eres español, te jodes.
Harta de ver que pase lo que pase, nunca pasa nada y nadie les exige responsabilidades.
Harta de que no haya una verdadera oposición para contrarrestarles y que cuando alguna asoma la cabeza, se baja los pantalones a la primera de cambio.
Harta de ver a personas nacidas en mi tierra, tratando de humillarnos.
Harta de pagar los desfalcos de bancos, y constructoras.
Harta de que el poder judicial esté a sueldo del poder político.
Harta de que la propia iglesia católica, esta secta en la que todos tenemos que estar asociados desde que nacemos, les haga el juego, llevando a los ancianos a votar para que sigan en el poder.
Harta de escuchar a un ministro diciéndole a otro: "Nos hemos cargado su sistema sanitario" y que nadie les haga dimitir, al contrario, les premien con destinos turísticos como embajadores.
Harta de tantísimas cosas que creo, como muchos catalanes, que estaremos mejor sin ellos.
Y por si todo esto fuera poco, me asquea pensar que gentuza capaz de celebrar orgías donde se violaba a criaturas asesinándolas después y enterrándolas como a perros en el jardín trasero, sigue campando por sus dominios como si tal cosa y la justicia no haga nada.